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04 marzo 2010

Diamantes en Serie

"Todo comenzó con un ligamento partido. Un mes de post-operatorio da para empaparse de todo McCarthy, pelear sudokus y paladear muchas, muchísimas series. Llevaba años con la intuición de que en los relatos contados para la pequeña pantalla se estaba haciendo muy buen cine. Había talento y excelencia, novedad y riesgo. Hondura. Ritmo. Y ese difícil equilibrio serial entre originalidad y repetición. Tras aquel mes enclaustrado con la primera temporada de Arrested Development, la segunda de The Wire, la tercera de Deadwood y la cuarta de El ala oeste me ratifiqué: con la ficción anglosajona actual, el espectador puede sentirse tratado como un ser inteligente, con gusto y vocación por las historias bien narradas. Adiós a la telebasura. La pequeña pantalla también podía resultar una caja muy, muy lista. Y así llevo más de un año. Sumergido en largas ficciones, en conflictos que se prolongan durante temporadas. Disfrutando con los relatos, entusiasmado con la inteligencia de los guiones y la brillantez de la puesta en escena. Sin cortes publicitarios y en versión original subtitulada, como debe ser. Ahora, alentado por Miriam y ayudado por Pacotto (la coqueta cabecera es suya), me zambullo de nuevo en la blogosfera para contarlo. Mi primera experiencia resultó muy gratificante: me sirvió para domar la pluma y exprimir más aún mi interludio neoyorquino. Quizá desarrolle otro parecido si el amor y el exilio me lo permiten... Hasta entonces, mi intención con este Diamantes en Serie es establecer un espacio lúdico, de diálogo y crítica, apasionado, donde poder conversar sobre el mejor cine comercial que se está haciendo en la actualidad: el cine hecho en televisión. Bienvenidos a bordo."

Selección de Diamantes:

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