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01 marzo 2011

Los Currelantes


Yo soy tu voz, la voz del pueblo.
La que no calla, soy tu propia voz.
Esa voz que aunque tengas un pie en el cuello, en el cuello,
canta y grita y grita y canta y canta
y grita y grita y canta y grita la misma canción.
Yo soy tu voz, la voz que espera
el torpe sueño que el futuro prometió.
Yo soy la voz de la clase obrera, de la clase obrera.
Estamos hechos con la misma sangre,
hijos de la misma madre y del mismo dolor.
Se ríen de ti, se ríen de mí, se ríen de todos.
Se ríen de Cádiz, de los currelantes de nuestra ciudad.
Se ríen de ti, se ríen de mí y de todos modos.
Tanta risa ya no me hace gracia
y ahora solamente tengo ganas de llorar.
Se ríen de ti, se ríen de mí y les da lo mismo.
Se ríen de ti, se ríen de mí y les da lo mismo.
Y antes que me muera de la pena
y antes que me maten de la pena
y antes que se rían ellos me río yo...
y monto un circo.

(Niños y niñas, damas y caballeros,
bienvenidos al circo de los currelantes).
Se levanta este circo en plena calle,
no pierdan ni un detalle que empieza la función.
Es la forma más bella y más honesta
de lucha, de protesta y de manifestación.
Es el circo currelante, independiente
sin amo y sin santo patrón.
No te quedes ahí sentado agarrotado,
ven y súbete a mi lado, a mi lado, a mi lado
y cuanto más mucho mejor.
Pasen y vean, en mi circo se pasea lo mejor.
Los parados, currelantes, jubilados, estudiantes,
amas de casas, inmigrantes sin color,
los sin techo y los sin casa,
todos caben en mi carpa,
todos a una sola voz.
Pasen y vean, en mi circo se pasea lo mejor.
Que comience la revolución.

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