Narra una breve historia de amor que vivió el propio autor durante su estancia en Japón, permitiéndonos así conocer una interesante parte de su vida. Gracias a una narración excelente, y a la utilización de un pequeño diario, iremos descubriendo los acontecimientos que vivió su autor, Frédéric Boilet, durante unos cuantos meses. El peso de la historia recae en su relación con Yukiko Hashimoto, una joven de la cual se enamora tras conocerla en una exposición aunque, por desgracia, el amor no es siempre como a todos nos gustaría. Partiendo de la base de los "Nouvelle Manga" (vida cotidiana, situaciones sencillas), "La Espinaca de Yukiko" nos permite emocionarnos con una historia que podría ocurrirle a cualquiera. De esta manera, el autor consigue de manera magistral situar al lector en su propia piel, sintiendo, a medida que avanzan las páginas, la emoción, tristeza o pasión que él mismo debió sentir en el momento original de la historia.
A través de sus 140 páginas podremos disfrutar con un estilo de dibujo simple pero detallista, el cual se apoya, según su autor, en el uso de la fotografía y el vídeo. Tanto escenarios (en ocasiones protagonizando un claro segundo plano) como personajes han sido creados con un realismo destacable, pareciendo en ocasiones auténticas fotografías. Los rostros, gestos de personajes humanos, o el transcurso de las situaciones nos harán pensar que estamos ante una obra de arte ilustrada, algo muy diferente a los mangas más comunes. En cuanto al dibujo, Boilet utiliza una magistral mezcla entre tonos claros y oscuros, incorporando en sus trazos un claro concepto de ilustración, el cual provocará la aparición de líneas sueltas, y contornos desarrollados de la manera más sencilla. Otro de los detalles importantes del manga es su estilo narrativo, la mayor parte del tiempo realizado a través de primera persona, menos cuando el autor cuenta pequeños detalles en las páginas de su diario. Tal estilo de narración, introduce al lector en la personalidad del autor, algo que encantará a todo buen aficionado a las historias de amor.
A través de sus 140 páginas podremos disfrutar con un estilo de dibujo simple pero detallista, el cual se apoya, según su autor, en el uso de la fotografía y el vídeo. Tanto escenarios (en ocasiones protagonizando un claro segundo plano) como personajes han sido creados con un realismo destacable, pareciendo en ocasiones auténticas fotografías. Los rostros, gestos de personajes humanos, o el transcurso de las situaciones nos harán pensar que estamos ante una obra de arte ilustrada, algo muy diferente a los mangas más comunes. En cuanto al dibujo, Boilet utiliza una magistral mezcla entre tonos claros y oscuros, incorporando en sus trazos un claro concepto de ilustración, el cual provocará la aparición de líneas sueltas, y contornos desarrollados de la manera más sencilla. Otro de los detalles importantes del manga es su estilo narrativo, la mayor parte del tiempo realizado a través de primera persona, menos cuando el autor cuenta pequeños detalles en las páginas de su diario. Tal estilo de narración, introduce al lector en la personalidad del autor, algo que encantará a todo buen aficionado a las historias de amor.
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