Normalmente cuando una película tiene una entrada en mi Blog, coloco la sinopsis oficial y recopilo algunas de las mejores reviews/críticas que encuentro por la red. Pero en esta ocasión, ni pondré de que va Star Wars: Los Ultimos Jedi (¿alguien en el planeta no lo sabe?) y daré mi propia valoración (con Spoilers) por dos motivos, el 1º porque se ha convertido ipso facto en mi película favorita de la saga (como mi hijo de 10 años) y 2º porque he visto una corriente de críticas destructivas de fans que se bajan del carro.
El comienzo, con el ataque a la base rebelde y ese toque de humor con la charla entre Poe y el General, pronto gira al primer momento épico con un ataque suicida, que si bien logra el objetivo de destruir un acorazado, nos deja claro que a veces el precio a pagar no compensa.
Pasamos al encuentro entre Luke y Rey, no van a lo típico de maestro/aprendiz y repetir esquemas, Luke en modo ermitaño, sin haber superado sus errores al adiestrar a su sobrino, y con el enorme peso de haberse convertido en Leyenda. Rey descubriendo su conexión con Kylo y atormentada por lo de sus padres y con una buena dosis de equilibrio en su poder entre luz y oscuridad.
La idea tipo Battlestar Galactica, de una persecución lenta pero inexorable me encantó, lo de Leia volviendo del espacio, si bien chirría un poco, esto es más fantasía que ciencia ficción. El plan de reventar el rastreador y escapar a la velocidad de la luz recuerda a eventos de sagas pasadas, pero tras el interludio en el planeta casino, que siembra la chispa de la rebelión, y nos muestra la parte "Cantina" de esta entrega, da un giro y sale mal (por una vez la suerte no está siempre del mismo lado), conocemos el plan de salir al planeta en naves camufladas y todo te hace pensar que por enésima vez se engañará a la Primera Orden, y el mercenario se vende y el plan va al traste. Genial dosis de realismo.
Kylo entrega a Rey a Smoke, y por un momento pensé en que todo podía haber sido un plan de Kylo desde el principio para infiltrarse y matar al lider supremo y que podía redimirse, pero toma el camino oscuro y en plena tradición Sith mata a su mentor para tomar su puesto. "Esto es puro Star Wars señores/señoras". Rey pasa por su "tentación" y toma el camino correcto. La pelea con la Guardia Carmesí simplemente sublime.
Otro ataque suicida contra el Cañon y los mega AT's, con 13 o 14 naves en mal estado, no se repite la probabilidad infima de ganar como en el episodio IV, los vuelven a masacrar y aprenden de sus errores. El Halcón salva en extremis la papeleta pero poco a poco la Resistencia se va quedando bajo mínimos. Y de pronto aparece Luke y se enfrenta él solo contra el ejercito de tierra. Sobrevive al ataque bestial de todo lo que tienen, y obliga a Kylo a hacer el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Gana tiempo para lo poco que queda de la Rebelión. Y en un giro bestial que da credibilidad a como sobrevive al anterior ataque, descubrimos que sigue en la isla y bajo dos soles se hace uno con la fuerza. Me repito "Esto es puro Star Wars señores/señoras". Luke se reunirá con un Yoda que había hecho un cameo extraordinario a mitad de película.
Y llegan las escenas finales y se potencia la idea (como con Rey) de que esto ya no está sólo en manos de la dinastía/línea de sangre Skywalker, que la Fuerza la tienen innumerables seres en la Galaxia y que no todo está perdido. De nuevo un halo de "Esperanza". Como toda producción tiene sus fallos, pero esta película me toco la fibra sensible, volvió a reencontrame con mi yo niño y me hizo pasar las mejores dos horas y media (en un Cine) de mi casi medio siglo de vida. ¿Que más se puede pedir? Que la novena entrega con JJ esté a la altura de esta nueva trilogía. Ganas.
El comienzo, con el ataque a la base rebelde y ese toque de humor con la charla entre Poe y el General, pronto gira al primer momento épico con un ataque suicida, que si bien logra el objetivo de destruir un acorazado, nos deja claro que a veces el precio a pagar no compensa.
Pasamos al encuentro entre Luke y Rey, no van a lo típico de maestro/aprendiz y repetir esquemas, Luke en modo ermitaño, sin haber superado sus errores al adiestrar a su sobrino, y con el enorme peso de haberse convertido en Leyenda. Rey descubriendo su conexión con Kylo y atormentada por lo de sus padres y con una buena dosis de equilibrio en su poder entre luz y oscuridad.
La idea tipo Battlestar Galactica, de una persecución lenta pero inexorable me encantó, lo de Leia volviendo del espacio, si bien chirría un poco, esto es más fantasía que ciencia ficción. El plan de reventar el rastreador y escapar a la velocidad de la luz recuerda a eventos de sagas pasadas, pero tras el interludio en el planeta casino, que siembra la chispa de la rebelión, y nos muestra la parte "Cantina" de esta entrega, da un giro y sale mal (por una vez la suerte no está siempre del mismo lado), conocemos el plan de salir al planeta en naves camufladas y todo te hace pensar que por enésima vez se engañará a la Primera Orden, y el mercenario se vende y el plan va al traste. Genial dosis de realismo.
Kylo entrega a Rey a Smoke, y por un momento pensé en que todo podía haber sido un plan de Kylo desde el principio para infiltrarse y matar al lider supremo y que podía redimirse, pero toma el camino oscuro y en plena tradición Sith mata a su mentor para tomar su puesto. "Esto es puro Star Wars señores/señoras". Rey pasa por su "tentación" y toma el camino correcto. La pelea con la Guardia Carmesí simplemente sublime.
Otro ataque suicida contra el Cañon y los mega AT's, con 13 o 14 naves en mal estado, no se repite la probabilidad infima de ganar como en el episodio IV, los vuelven a masacrar y aprenden de sus errores. El Halcón salva en extremis la papeleta pero poco a poco la Resistencia se va quedando bajo mínimos. Y de pronto aparece Luke y se enfrenta él solo contra el ejercito de tierra. Sobrevive al ataque bestial de todo lo que tienen, y obliga a Kylo a hacer el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Gana tiempo para lo poco que queda de la Rebelión. Y en un giro bestial que da credibilidad a como sobrevive al anterior ataque, descubrimos que sigue en la isla y bajo dos soles se hace uno con la fuerza. Me repito "Esto es puro Star Wars señores/señoras". Luke se reunirá con un Yoda que había hecho un cameo extraordinario a mitad de película.
Y llegan las escenas finales y se potencia la idea (como con Rey) de que esto ya no está sólo en manos de la dinastía/línea de sangre Skywalker, que la Fuerza la tienen innumerables seres en la Galaxia y que no todo está perdido. De nuevo un halo de "Esperanza". Como toda producción tiene sus fallos, pero esta película me toco la fibra sensible, volvió a reencontrame con mi yo niño y me hizo pasar las mejores dos horas y media (en un Cine) de mi casi medio siglo de vida. ¿Que más se puede pedir? Que la novena entrega con JJ esté a la altura de esta nueva trilogía. Ganas.
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