- Aquel a quien se necesita debe aprender a soportar halagos.
- Si pedir cortésmente es inútil, tómalo.
- Un peón es la pieza más importante del tablero de ajedrez... para un peón.
- Lo pequeño puede ser hermoso: un águila puede a veces estar hambrienta, un canario jamás.
- La vida es agradable. La muerte tranquila. Lo molesto es la transición.
- Siempre estamos seguros de que la decisión que acabamos de tomar, es la mala.
- Ningún viaje es peligroso para el que dice adiós desde la playa.
- La mayor dificultad surge al principio. Se llama "prepararse".
- Si la corriente te arrastra a donde quieres ir, no protestes.
- Si quieres saber si el agua está hirviendo, no lo pruebes con la mano.
- Ir hacia allá debe ser muy divertido... pero sólo si se acaba llegando.
- En la vida, al contrario que en el ajedrez, el juego continúa después del jaque mate.
- La pared que dice: "Bienvenido forastero" jamás ha sido construida.
- Aquello que suelen decir "Un penique por tus pensamientos" son generalmente demasiado generosos.
- La buena compañía roba incluso a la muerte parte de sus terrores.
- Tran pronto se pone el sol, oscurece; no deje que esto le coja desprevenido.
- Si fuera tan fácil salir de los apuros como meterse en ellos... la vida sería como una canción.
- El problema con el triunfo es que uno puede estar del otro lado.
- ... pero, en el verdadero triunfo, no hay perdedores.
Dezhnev, padre
Recogida de Viaje Alucinante II. Destino: Cerebro del maestro Isaac Asimov
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