Hace algun tiempo Neal Adams dijo que la diferencia entre el Universo Marvel y el Universo DC era que, en el Universo Marvel, podías creer claramente que los personajes iban al cuarto de baño, mientras que los del Universo DC, si lo hacían, era para cagar caramelos. Esto ha cambiado por fin con Identity Crisis que consigue, no sólo que los personajes parezcan reales sino que sigan pareciendo míticos y "Bigger Than Life", iconos, héroes, dioses. El argumento es simple, quién es el asesino capaz de no respetar la vida privada de los superhéroes y, de ahí, saltamos a una verdadera crisis de pánico entre el mundo superheroico, donde todos se saben de pronto expuestos a que se repita en ellos y sus seres queridos un nuevo asesinato. Prácticamente todos los personajes del Universo DC, héroes y villanos, tienen relación tangencial con la historia, en tanto que a unos y a otros les atañe. Existen detalles que refuerzan el caracter adulto de la saga: las fotografías, la escena de la violación, la soledad de los villanos, el terrible destino que son capaces de dictar los superhéroes y como no las peleas que por una vez aparte de perfectamente coreografiadas son sucias y sangrientas.
El autor del guión es un desconocido para el publico español Brad Meltzer, con un estilo similar al de Mark Millar, en el sentido que busca un mayor realismo de personajes, una interacción seria y pensada de los mismos con el fin de resultar más cercano al lector. Este nuevo punto de vista es uno ya aplicado por autores como Greg Rucka, Ed Brubaker, Brian Michael Bendis y tantos otros que, siguen la línea superheroica pero la desvían a medio camino para dar rienda suelta a un nuevo prototipo de cómic de superhéroes, uno adaptado a los tiempos que corren: más introspectivos, más centrados en la persona y menos en el personaje, más humanos que héroes pero sin olvidar lo que son. Es un enfoque arriesgado que parece haber cuajado bien pero que sigue teniendo a sus detractores. El dibujo corre a cargo de Rags Morales y muchos coinciden en que es un tanto irregular. Hay viñetas que están poco trabajadas, y otras son realmente espectaculares. Excelente en el detalle de sus figuras, y sus magnificas "Splash-Pages". Hay que hacer especial hincapié en las páginas finales del número 5, donde Meltzer y Morales no se sabe cómo pero lo consiguen. ¿Que qué consiguen? Pues ni más ni menos que lo que muchos autores buscan durante años y pocos encuentran: la unión perfecta entre guión y dibujo. La narración de la escena final de este capítulo pone los pelos de punta de lo bien conseguida que está. Te sumerge en ella y no te suelta. Una vez leída, la vida de Robin cambia para siempre y acarrea consecuencias importantes para el desarrollo del Bat-Universo.
La primera muerte sólo es una puesta en escena. Cumple su función y desencadena todo un alud de consecuencias en las que está implicada una versión de la Liga de la Justicia y varios villanos. La formación de la Liga es la del satélite, la favorita de Metlzer: Hawkman, Green Arrow, Canario Negro, Zatanna, Atom, Flash (Barry Allen), el Hombre Elástico y Green Lantern (Hal Jordan). Entre los villanos, figuran clásicos como el Dr. Luz, Deathstroke o el Calculador. El fondo de la historia está tanto en los villanos como en los héroes. Todo lo sucedido se lo explica Ollie (Green Arrow) al Flash actual (Wally West) y es algo que éste no puede creerse. La historia implica al Dr. Luz, una violación y una votación que hizo la Liga del satélite entre sí y de la que nunca han dicho palabra. Un pacto en toda regla. Despues el ataque premeditado de Deathstroke, muy pensado y, sobre todo, inteligente. Olvídate de edificios destruidos y coches volando por los aires: siendo el único superpoder visible el del del cerebro humano. Y todo esto pasó el peor día de sus vidas, cuando todos estaban preocupados por la muerte de una persona querida y fueron atacados durante ocho segundos llenos de violencia desatada. El misterio se amplia, las pistas aparecen en cada página y todo el mundo cree saber quién ha sido. Las apuestas en esta ocasión van desde Lex Luthor hasta Darkseid, pasando por Joker o cualquier otro villano. Cualquiera es un sospechoso. Las historias de misterio no gustan por la resolución del mismo, sino por el misterio en sí. Una vez se descubre al asesino, pierde la gracia. Y si encima no es el que habías pensado, la decepción aumenta. Los héroes serán más infelices al final, más allá del luto que guarden por la persona asesinada. Y es que sus vidas han cambiado para siempre.
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