Jack H. Vance (H de Holbrook) nació en San Francisco en 1920. Su primer relato de ciencia ficción se publicó en 1945 y desde entonces simultánea la ciencia ficción con la literatura policíaca. La principal virtud de Vance como narrador es su capacidad de crear mundos sorprendentes y su habilidad para darles verosimilitud gracias a la minuciosa descripción de pequeños detalles y la compleja interacción de todos los personajes que presenta. Aunque es acusado a veces de utilizar argumentos demasiado simplistas, Vance se limita a retomar estereotipos más que explotados que, con su inmensa capacidad para la fabulación y la aventura, refresca y consigue revitalizar.
El ejemplo típico de esto es "El Ciclo de Tschai, el Planeta de la Aventura". Compuesta por cuatro libros; "Los Chasch", "Los Wankh", "Los Dirdir" y "Los Pnume", trata el viaje del tripulante de una nave perdida a través del planeta Tschai... para conseguir dar aviso de su accidente. Durante todo el se suceden las situaciones más intrigantes y las peripecias más peligrosas, pero el verdadero aderezo, y lo que da su verdadera dimensión al Ciclo, es la descripción de las cuatro razas que dan título a los libros, y que comparten... con los humanos.
No queda claro para algunos críticos si Vance es más un escritor de fantasía que de Ciencia Ficción, sin caer en la cuenta que Vance, ante todo, es un escritor de novelas de aventuras. En sus obras apenas quedan huecos para las discusiones morales o tecnológicas; los personajes son como son, sin caer en enrevesados y tediosos parlamentos teosóficos, las máquinas funcionan, y muy bien por cierto, y sólo sus inventores y los técnicos que las reparan tienen porqué saber como funcionan. Aún describiendo parajes increíbles, extraños seres y batallas fabulosas, nunca cae en la exageración propia de la space opera.
El ejemplo típico de esto es "El Ciclo de Tschai, el Planeta de la Aventura". Compuesta por cuatro libros; "Los Chasch", "Los Wankh", "Los Dirdir" y "Los Pnume", trata el viaje del tripulante de una nave perdida a través del planeta Tschai... para conseguir dar aviso de su accidente. Durante todo el se suceden las situaciones más intrigantes y las peripecias más peligrosas, pero el verdadero aderezo, y lo que da su verdadera dimensión al Ciclo, es la descripción de las cuatro razas que dan título a los libros, y que comparten... con los humanos.
No queda claro para algunos críticos si Vance es más un escritor de fantasía que de Ciencia Ficción, sin caer en la cuenta que Vance, ante todo, es un escritor de novelas de aventuras. En sus obras apenas quedan huecos para las discusiones morales o tecnológicas; los personajes son como son, sin caer en enrevesados y tediosos parlamentos teosóficos, las máquinas funcionan, y muy bien por cierto, y sólo sus inventores y los técnicos que las reparan tienen porqué saber como funcionan. Aún describiendo parajes increíbles, extraños seres y batallas fabulosas, nunca cae en la exageración propia de la space opera.
PREMIOS:
- 1963 Premio Hugo por "Hombres y Dragones"
- 1966 Premio Hugo y Nebula por "El Ultimo Castillo"
- 1989 Premio Gigamesh por "Los Príncipes Demonio"
- 2001 Science Fiction Hall of Fame
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Tierras de Acero
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